La gente esperaba religiosamente su turno, y cada vez la cola era más larga, las dependientas sin ninguna prisa seguían recogiendo con pinzas de plata los pequeños diamantes y los metían en unas cajas preciosas verde agua.
Recuerdo que pensé:
" _ En el futuro, cuando tenga mi vida resuelta, vendré aquí y compraré diez cajas verdes."
Bueno en realidad no fui tan fina... quizás dije:
"_ Jobá, cuando tenga pasta voy a venir aquí y me voy a comprar diez cajas verdes..."http://www.laduree.fr/fr/scene
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