YA ESTÁ BIEN

Lo dejo.

Si, dejo mi café mañanero.

Ya no son mis amigas.

Os cuento porque sé que yo tengo la razón y por eso lo dejo con la conciencia muy tranquila.

De vez en cuando hago alguna tarta, algún bizcocho, alguna galleta, cocadas...

Y alguna vez les llevo la prueba a mis ex-amigas del café mañanero.

Yo que siempre me caractericé por ser una persona lista, notaba que les costaba tragarlo, que se daban alguna que otra patadita por debajo de la mesa...

Reconozco que cocinar no es mi fuerte, pero en la repostería lo hago bien no; genial.

En mi casa desaparecen los postres en un minuto, (claro que siempre los comen cuando yo no estoy, que me levanté a hacer pis, a fregar...), y siempre, siempre dicen que están buenísimos.

Pues estas señoritingas, el otro día que teníamos cena en casa de Marifé de Triana, una llevaba un vinito, otra un regalillo, y yo....

_ El postre lo llevo yo_ me ofrecí galantemente.

_NO_ dijeron todas al unísono.

_ Ya, ejem, ya lo tengo encargado_ dijo la anfitriona.

_ Pero... da igual... yo también lo llevo... además es un bizcocho nuevo de chocolate que....

No me dejaron terminar.

Juanita Reina dio un paso al frente, me miró a los ojos y me dijo:

_ Alguien te lo tiene que decir, tus postres son un asco, intragables, un engrudo enharinado, no lo comen ni los perros, que me lo dijo tu madre, que se lo echaban a Lolo (el perro de mi casa) desde la ventana, y que le hacía ascos, un perro que se comió una gallina viva, no quiere tus bizcochos, que son una mi. Eso no lo voy a repetir, que yo no soy tan maleducada como Juanita Reina. Pues eso, ni el perro es capaz de tragarlo, imagínate nosotras, ¿te acuerdas aquella vez que estuvimos todas malísimas?. Un virus, un virus... fue tu tarta de almendra, que asco que casi me tienen que ingresar, las cuatro vomitando sin parar..

Juanita Reina seguía gritando, mientras Marifé de Triana e Imperio Argentina mirando al suelo asentían con cara de asco recordando aquel fatídico día.

_El médico dijo que había sido un virus..._ intenté hablar.

_ Siiiii, por eso ahora me repugnan las almendras, claro, claro...

_ Se acabó_ ahora la que hablaba era Imperio_ tú le llevas una planta de Pascua, y punto.

Así que las tres, en amor y compañía se marcharon dejándome con la palabra en la boca.

Serán brujas...