viernes, 4 de noviembre de 2011

OH, NO.

Hace unos días mi marido me prestó su coche y como era para varios días me dijo:
_Te puse una música que te va a gustar, uno de ellos es de música de los 80.
_Fenomenal_ contesté yo.
Así que todos los días muy bien, una música que me gusta, bien.
Pero un día estaba haciendo el tiempo dentro del coche con la música bien alta, cuando levanto la cabeza y veo que de frente viene un chico que a mi me gustaba mucho cuando era muy jovencita.
_Oh no _pensé, e instintivamente me miré en el espejo retrovisor.
Él venía caminando despacio, me vio y sonrió.
Yo me sonrojé.
No.
Yo me puse roja como un tomate.
Me volví a mirar al retrovisor.
El color rojo tapaba mis pecas.
Y llegó.
Y bajé la ventanilla.
Y nos saludamos.
Y bajé del coche.
Y de repente a 20000000000000 decibelios suena una canción que seguro que era de los ochenta, si casi seguro, porque recuerdo un fin de año a mi abuelo se le atragantaron las uvas al ver a Sabrina enseñando sus pechos cántaros de miel cantando boys, boys, boys...
La tecnología y yo no somos compatibles, y menos en un coche, con lo cual, aunque cerré la puerta la ventana seguía abierta y en mi cabeza sólo oía boys, boys, boys...
Él puso cara de haba, y me dijo algo así como "caray siempre a la última".
Claro que al llegar a casa puse a mi marido verde, es que eso no se me hace a mi.

2 comentarios:

  1. ANA, lo visualizo, lo visualizo, jajaja ( ¡ pobre mía ! )

    MUAAAAAAAAAAAAAAC

    ¡ Ah, y a tu marido ya le vale..... !

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  2. JAJAJA..........LA MUSICA DE LOS OCHENTA ES COMO UN CHANEL...NUNCA PASA DE MODA¡¡¡ que tu amorcete pasado no entiende de estilo,tu maridito si¡¡¡¡¡¡¡¡
    mil besos desde granada

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