Sabidina era una niña muy lista, que trabajaba en una sabiduría (sitio donde viven los sabios), de tanto leer sabía muchísimas cosas. Un día llegó una gran sequía, y los sabios no sabían lo que hacer, así que ella inventó un artilugio que exprimía a las nubes.
Un cuento de Pedro Pablo Sacristán.
pobres nubes exprimidas¡¡¡¡¡¡jjajjja
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