El otro día no le quedó más remedio que venir todo el día conmigo a la tienda.
Estuvo dentro, fuera, dentro, fuera, pero yo salí un segundo, y estaba un chico que no está muy bien, y estaba gritando el solo.
Le dije a mi hija:
_Roberta, ahora no salgas, quédate aquí.
_¿Por qué?- me pregunta ella.
Como no quería darle explicaciones porque estaba atendiendo a gente, le dije:
-Sal y echa un vistazo.
_Ay mamá, ¿qué pasa?, es un gótico.
ja,ja,ja
ResponderEliminarjajajjja.......ROBERTA ES NOBLE......se nota......QUE MALA ES LA EDAD DEL PAVO¡¡¡¡¡
ResponderEliminarmil besitos desde granada mi niña¡¡¡¡
Jaja,ja,ja.!Qué buena Roberta!.
ResponderEliminar¿La edad del pavo?ja,ja,ja,ja,yo estoy en plena epidemia,pero bueno,se va llevando.
Besos.