Cuando yo era pequeña cada vez que echaban bombas, aplaudíamos y aplaudíamos hasta que nos dolían las manos.
Pero de aquella íbamos a la plaza a verlos, nos subían al caballete para poder verlos mejor:
_ Mira a la derecha, es la rueda, me gritaba mi madre.
_Ahora a la izquierda... seguía gritando...
A mi de los nervios siempre me daban ganas de hacer pis, pero claro imposible allí, así que no sé cómo se las arreglaba mi madre para poder entrar en el ayuntamiento a que su niñita hiciese pis como Dios manda.
Disfruta de esta noche por las que nos gustrái estar ahi y no podemos.
ResponderEliminarViva Santiago!
Me encantan los fuegos artificiales! Quién pudiera estar allí...
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