jueves, 29 de noviembre de 2012

SALVANDO VIDAS

  Hoy por la mañana me llevé un susto de muerte.
  Iba tranquilamente conduciendo, cuando Roberta (11 años) y yo" (23 años)" vemos a una chica que se cae  de morros en la acera.
 La torta fue monumental, porque no puso las manos, y se dio con toda la cara en el suelo.
 El corazón se me salía del sitio, y le grité a Roberta:
 _ ¡¡¡¡¡¡¡NO SALGAS DEL COCHE!!!!!.
  Como dejé el coche en medio de la carretera me dio miedo que saliese.
 Así, como soy yo, una mujer decidida y valiente, sin miedo a nada ni a nadie, me abalancé sobre ella, pues se volvió a incorporar e iba a volver a caerse, así que la enganché por los brazos y ella volvió a esnafrarse, eso si, ahora encima de un colchón mullidito (que era yo).
 Sólo espero que en esa calle no hubiese cámaras grabando, porque la imagen de brazos y piernas por todos lados sería digna de un programa de humor.
 Pues bien, yo no sabía lo que era un peso muerto hasta ahora. Si la chica pesaba 50 Kilos, encima de mi, pesaba 100.
 Cuando logré separarme de ella, me levanté, le subí las piernas, y llamé al 061. Pobre chica la que me cogió.
 _ ¿En qué calle estás?- me preguntaba.
 _ Ayyyy, no sé....
 _ ¿Ves algún comercio por ahí?- volvía a preguntar.
 _ Ayyy, no sé.
 Hasta que giré la cabeza, pues estaba agarrotada.
 _Calle del Palomar, Número 25.
 _Bien, te paso con el doctor.
 El médico me dijo que la colocase tal cual la tenía colocada, (milagrosamente lo había hecho bien). La chica estaba blanca azulada y estaba ensangrentada.
 De repente mi cabecita empezó a pensar...
 ¿Y si está muerta?.
 ¿Y si está muerta?
 ¿Y si está muerta?
 Así que empecé a tener arcadas.
 Arcadas que me salían desde el ombligo, quería intentar evitarlas, pues era lo que me faltaba vomitarle encima.
 Milagrosamente, en una calle transitada no paró nadie. Pero bueno mi marido dice que él si ve ese panorama tampoco paraba, ¿y si eran dos piradas?.
 Yo la miraba y la chica sólo rugía, Así:
 Grrrrrrrrrrrrrrrrrr.
 En lo que me parecieren siete horas llegó la ambulancia, la chica fue cogiendo colorcito, a mi se me pasaron las arcadas y a la pobre sólo le decía:
 _¡Qué bien, estás viva, estás viva!.
 Cuando subí al coche, Roberta todavía estaba con la boca abierta, no la había cerrado en todo el tiempo que duró la salvación, lo único que me dijo cuando arranqué fue.
 _ Me dio un poco de vergüenza mamá, pero bien hecho.Por cierto, el coche no para de pitar, te queda 1 Km. de gasolina.

4 comentarios:

  1. Es muy tú lo que has hecho. Una gran lección de educación para tu hija!

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  2. ¡ Jolín, ANUSKI, qué valiente, nena ! No te creas que todo el mundo hubiera hecho lo que hiciste tú. Me alegro de que tu ROBERTA lo viera todo ( ha sido una estupenda lección de solidaridad para ella ).

    Lo de la gasolina no lo he pillado, jejeje

    MUAAAAAAAAAAAAAAAC

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  3. Mi pobre Roberta es igual de miedica que su madre, pero multiplicado por mil. La pobre, entre la chica, la sangre, yo, y la ambulancia, no sabía a qué atender, y para colmo, mi coche no paraba de hacer piiiiiiiiiiiiiiiiiiii, era que sólo me quedaba un kilómetro para que se terminase, y ya se veía empujando el coche con madre, chica, sangre....nada, que es una agonías.

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  4. ¡ PObre ROBERTA, imagino el rato que debió de pasar ahí solita viendo a su súpermami intentando no sucumbir ante la tremenda situación ! Es que cada vez que lo pienso..... me entra de todo, reina.

    MUAAAAAAAAAAAC

    P.D. ahora ya entiendo lo de la gasolina, es que pensé que se había puesto el coche a pitar justo cuando arrancabas y no que estaba sonando todo el rato que estuvo la nena esperando dentro, grrrrrrrrrrrrrrr

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