viernes, 2 de septiembre de 2011

MANOLITO DE LA CORUÑA

Desde hoy hasta el lunes son las fiestas de mi barrio.
Si.
Soy de barrio.
Ya, ya lo sé, podría ser perfectamente de La Moraleja, pero no es así.
Soy de barrio, y además de barrio de los de antes, donde el vecino de al lado tenía vacas, el de enfrente cerdos, nosotros gallinas, claro que eso casi se terminó (por desgracia), donde jugábamos en la calle, donde no pasaban coches, donde íbamos a robar manzanas y maíz, donde nos subíamos a los tejados de las casas...
En fin, mi barrio.
Pues bien, empiezan hoy las fiestas, y espero hacer disfrutar a mis hijos como disfruté yo de pequeña.
Cuando yo era bastante pequeñaja, (8 años más o menos), los vecinos de al lado de mi casa tenían un nieto, que sólo venían en estas fiestas, y que era mi novio.
El primer día venía repeinado con su pelo largo y rubio casi blanco, llamaba al timbre:
_Ding, dong... _ sonaba el timbre.
Bueno, perdón, en realidad sonaba así:
_Rrrrrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiinnnnnnnngggggg.
_Hola_ le decía a mi abuela que era la que siempre abría la puerta.
_Hola Manolito_ ¡ cómo creciste!.
_¡Anaaaaaaa!_ me gritaba_¡"te vino Manolito de La Coruña"!.
Y yo, con mi corazón latiéndome a mil por hora, bajaba las escaleras, colorada como un tomate y con mariposas en la barriga.
_Hola Manolito_ decía yo sonriéndole _¿qué tal estás?.
_Bien, bien, están echando bombas, ¿vamos a recoger las cañas?.
_Vale_ contestaba yo.
Así que nos marchábamos por todas las huertas recogiendo las cañas que se caían del cielo.
Sólo nos separábamos para ir a comer, después jugábamos todo el tiempo, hasta que llegaba la noche, y entonces cuando la música comenzaba bailábamos y bailábamos, y no parábamos de bailar.
Así los tres días que duraba la fiesta.
Y así hasta que yo tuve trece años más o menos y ya dejé de hacer lo que me decía el corazón, durante el invierno nos carteábamos muy a menudo (aún conservo las cartas que ahora leo a mi hija), la última vez que lo vi fue hace dos años, y como mi cabeza de chorlito no dio para más, después de darnos un gran abrazo, lo primero que hice fue recitarle su dirección que aún recuerdo, porque siempre que voy a Coruña, como pasamos por delante de su casa mi marido me da la primera palabra... URRR...
URBANIZACIÓN los abetos quemados.
Segunda fase.
Chalet 32, Número 103.
Código postal. 15789.
A Coruña.
Y mi hija, otra vez mami, otra vez....

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