_ Llévame a casa, llévame a casa..._ me repetían una y otra vez.
_ Chicas, lo haría_ les contesté,_ pero somos demasiados, y de verdad, no cabemos...
_ Como eres _me dijeron.
Así que con mucha penita me fui para mi casa dejándolas abandonadas y solas, yo les daría muy buena vida, pero no pudo ser...esta vez.
Esas sí que son patas, y no las mías...
ResponderEliminarmmmmmmmmmmm