De vuelta ya a la rutina, tengo la gran suerte de vivir al lado de este sitio tan impresionante, tres lagos y monte, bosques de acacias, robles...
Así que aprovechando que ya empezó el cole nos fuimos a coger ranas, que hay mil millones, y como son tontas, se dejan coger, (está claro que no se trata de príncipes).
Una tarde fantástica.
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