Así que su padre la llevó.
La tienda preciosa era un todo a cien, y mi regalo era un ramo de flores gigante de plástico blanco.
Ese día por la noche, me preguntó qué regalo me gustaría más su precioso ramo de flores plasticoso, o un anillo de brillantes que dijo papá...
Por Dios, por supuesto que el ramo de flores, que no te quepa la menor duda.
SILENCIO.
...¿de cuantos quilates decíamos que era esa paletada de anillo?...
jajajajaja........yo tambien habria escogido el ramo de flores blancas.........que bonito color¡¡¡¡jjajaj...........pero hubiera matado a mi marido por hacerle caso a la niña........jajajjajaajajaja
ResponderEliminarmil besitos desde granada
¿ Dónde va a parar ? ¿ cómo no elegir el ramo de plástico del todo a cien ? si éso tú no te lo comprarás en tu vida, en cambio el anillote............. en cuanto puedas, jejeje
ResponderEliminarMUAAAAAAAAAAAAAAAC
¡ Ah, yo también te ayudo ( junto con MARI CARMEN ) a matar a tu marido , si quieres, reina !, juas,juas,juas
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