Hace dos fines de semana nos fuimos a Coruña porque mi pequeño pirata quería ver un barco que le dijo su papá que era una réplica de uno de verdad, así que allá nos fuimos, subió, vio a los marineros, los camarotes y casi se enrola y se va a Lisboa (que era el destino del barco), por cierto costaba 300€. seguro que sería una experiencia fantástica si no me marease, no tuviese vértigo, claustrofobia...
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