Pues bien, lo hice.
Y lo hice, y menudo churro.
Está claro que lo mío no es la costura.
Eso sí, mi hija se rio...
El gato de tela preciosa era de ojos saltones, de rabo corto y patas gigantes.
Sus bigotes eran pecas, y no tiene orejas.
Lo tenemos de almohadita para Teo nuestro perro.
En fín un fracaso...
Eso sí las galletas de Navidad me salieron buenísimas, pero me llegaron a poco.
prometo no reirme, pon la foto anda!!!!
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