miércoles, 19 de octubre de 2016

COMPRANDO PLATOS

 No sé por qué se me da por comprar cosas inútiles, no una, ni dos, mil cosas inútiles que no voy a usar nunca, y que, lo peor de todo, que no tengo ni donde guardar.
 Desde hace mucho tiempo (no tenía niños, ni trazas de tenerlos), compro platos. Bonitos, feos, antes caros, ahora solo baratos. Esa parte de mi cerebro se durmió hace algún tiempo, pero resulta que ahora se volvió a despertar, y hasta sueño con ellos.
 Como alguien de mi alrededor haga algún viaje, lo primero que le encargo es uno, y como no sea de mi gusto...como no sea de mi gusto...me lo cargo, y no le hablo en al menos una semana. Por sinvergüenza. Hay que centrarse y conocer un poquito a la persona...tener un casi nada de interés hombre...
 Ahora estoy notando que solo me llaman al regreso y no a la ida. Pues no lo entiendo.

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