COMPRANDO UN DISFRAZ EN EL SITIO EQUIVOCADO

 Estos carnavales mi hija Roberta (10 añazos), quiso disfrazarse de doncella con plumero y todo. Un lío porque lo decidió la víspera y nos encontramos sin disfraz. Así que recurrí a lo más práctico. Mi madre.
 La tarde anterior le hice recorrer todo Santiago en busca del disfraz.
 Entraron en todas tiendas habidas y por haber, cuando ya lo daban por perdido, pasaron en coche por delante de una tienda que ellas creían que de disfraces.
 Así que me llama por teléfono.
 _Nena, ya lo encotramos, me parece un poco grande, pero bueno...
 Yo estaba en mamá pata con mi amiguiña Susica, y estaba escuchando mi conversación telefónica con mi madre.
 _ Vale, vale, si, si, _decía yo_ si, si en la entrada de San Cucufato, pues no lo conozco, ¿qué es nueva?, bueno, pues nada mamá queeeee, si, si cómpralo...
 Cuando veo que mi amiga Susica se pone colorada y me hace señas.
 _ ¿Qué qué....? _ yo no la entendía.
 _ Que no es una tienda de disfraces, que es un sex shop!!!!! _ me grita.
 Yo me tapo la boca con la mano.
 _ Mamá, ¿con quién estás en la tienda? _ le pregunto.
 _ Con tu tía, y con tus hijos.
 _ Jo, mamá es que no es una tienda de disfraces, es un sex shop, le digo.
 _ ¡Cómo eres hija, cómo eres!, ¿un qué?.
 _ Un SEX SHOP, le doy un pequeño grito.
 _ Un xexó ¿de qué?_ me dice.
 _ Jobá mamá un sitio donde venden cosas, mmm, ejem... de adultos...
 _ Cómo eres, cómo eres, para nada, aquí hay un montón de disfraces, de enfermera, de doncella, de bombero... pues que bobadas dices....
 _ Bueno, da igual mamá vete y punto.
 Cuando llegué a casa y abrí el disfraz tuvimos que hacer grandes reformas... empezando por tirar ligas y bragas a la basura y alargar, quitar, desechar...