Norman construyó una jaula nueva para los ratoncitos de Beatrix, Tom Pulgar Y Hunca Munca, y una casita de muñecas para su sobrina favorita, Beatrix fue invitada a verla y a dibujarla, pero su madre puso objeciones, ella sacó fotografías y muestras de los muebles y la comida que Norman le envió. Ella guardó parte de estos muebles durante toda su vida y aún pueden verse en Hill Top, su primer hogar en la región de los lagos.
Como anécdota de este cuento,(por si os parecía poco), decir que le dedicó el libro a Winifred: "Para W.M.L.W., la niña que tenía la casa de muñecas".
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