Les enseñé las varas con las que se hacen los cestos de mimbre, queríamos coger muchas para intentar hacer algo, pero no llevábamos nada para poder cortarlas, así que quedó para el próximo día.
Pero recogimos cocos, hojas preciosas, piñas, palos, restos de troncos que habían cortado y que les llamamos quesitos...
Fue una tarde muy entretenida, pero os pido un favor...
Si alguna vez se me ocurre decir que me gustaría tener otro hijo... me dais una torta a ver si espabilo... y no pienso en hacer locuras.
eso ni pensarlo¡¡¡¡¡
ResponderEliminarte animaria siempre a que tuvieras otro hijo.........jajaja
mil besos desde granada