Hoy fue un día lleno de emociones, madrugamos muchísimo, los Reyes habían pasado por nuestra casa, no sé cómo ni a que hora, me imagino que muy tarde, porque con los nervios nos dormimos tardísimo, como todos los años, les dejamos un gran cubo de agua para los camellos, tres vasos de leche con galletas para los Reyes, se comieron todo y nos dejaron un montón de regalos, y Dios mío a mi me trajeron una parka maravillosa de una tienda maravillosa, de mi maravillosa talla 38 (si meto barriga), en un color maravilloso y además me queda maravillosamente bien... y sólo lo dije una vez, lo dije sólo una vez maravillosamente dicho, pero sólo una vez. En fin, a mis hijos le trajeron lo que habían pedido, porque fueron muy buenos, ahora estamos agotados, fue un día largo, larguísimo.
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