jueves, 10 de marzo de 2016

LA PRIMERA SALIDA

 Mi pequeñuela Roberta (14 años), y medio, ¡Y qué no se me olvide el medio, que es muy, pero que muy importante!, me rogó, suplicó... si el día de carnaval podía salir con sus amigas hasta las 11 y media.
 ¡Glups!
 _¿Hasta las 11 y media?.
 _Por favor mamá...
 Ahí me empezó a soltar lo mismo que le decía yo a mi madre...que si soy la única,que si van todas, que bla, bla, bla...
 Y la dejé.
 No sin antes advertirle (quizás un poco exagerado, porque no creo que Freddy Krueger estuviese en Santiago de 8 a 11 y media...pero por si las moscas), de los peligros con los que se puede encontrar.
 Pero claro, aproveché para hacer un montón de recados que tenía que hacer justamente por donde ella estaba, discretamente por supuesto, bien abrigada porque hacía frío, gorro, bufanda...para eso vi tantas películas de espionaje, de algo me tenían que servir.
 Como hacía tanto frío que paré para tomarme 105 cafés en la cristalera de una cafetería estrategicamente situada. Y casualmente, sólo casualmente estaba enfrente a ellas,y me deleité en mi hazaña.
 Y como fueron tantas horas yo sola, empezé a pensar en cuando yo tenía su edad, y lo muchísimo que me divertía, y como hablábamos durante miles de horas, y cuando llegábamos a casa nos llamábamos por teléfono, y seguíamos hablando.
 ¡Qué envidia me dieron!, las veía reirse a carcajadas, y disfrutando tanto, que el tiempo se pasó volando hasta que sonó el móvil, era ella (la estaba viendo como se alejaba un poco del grupo).
 _Mamá, ya es la hora, dónde te esperamos? _ su voz sonaba medio ronca, y no me extraña, el ruído que había se semejaba a los estorninos cuando llegan a los árboles de la Alameda.
 _ Bien, tardo un ratito porque estoy un poco lejos _le respondí cínicamente.
 _Genial, quiero decir, ejem, no te preocupes, no hace falta que te des prisa.
 Así que hice un poquito más de tiempo y las fui a recoger. La mitad venían a dormir a casa. Me encantan, son como un pozo sin fondo. Comen hasta acabar la existencias, se levantan mil veces, y como a las cinco de la mañana caen rendidas.
 Bendita adolescencia.
 

4 comentarios:

  1. ¡Qué suerte tiene Roberta con tenerte a ti!

    Muaaaaaac

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  2. Por cierto, al ver el título "La primera salida", pensaba que ibas a hablar de la salida de la maternidad con la criatura recién nacida y me encuentro con esto.....😆😆😆
    ¡Cómo pasa el tiempo!


    Muaaaaaac

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  3. Jajajaja, yo haría lo mismo que tú, pero, por ahora, mi enano no me pide para que le deje salir. Bicos

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  4. Ay cuánto me reí imaginándote ��������

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