miércoles, 29 de enero de 2014

EL NIÑO Y EL UNICORNIO

 Esta conmovedora historia se ambienta en una comunidad judía pobre del East End londinense durante la década de 1950. Joe es un niño de cinco años en un mundo de adultos. El casero, el señor Kandinsky, es infeliz porque necesita una plancha de vapor para su negocio, y su asistente, Schmule, es infeliz porque su prometida, Sonia, quiere un anillo de diamantes. Sonia es infeliz porque quiere casarse, y la madre de Joe es infeliz porque el padre del niño está en África.
 Joe vaga solo por las calles y tiene miedo de un vagabundo al que considera el rey de los caníbales. En el mercado de animales encuentra una cabra con un solo cuerno. Convencido de que se trata de un unicornio, y como le habían contado que si capturas a un unicornio éste te concede todos tus deseos, Joe compra la cabra con el dinero que tenía ahorrado y le pone nombre de Africana.
 Joe inventa fantásticos juegos en los que tanto él como Africana son grandes héroes. Después crea un ritual para que se cumplan los deseos de sus amigos gracias al cuerno mágico de Africana. Los deseos, más o menos se cumplen, pero Africana enferma hasta tal punto que un vecino se la lleva para acabar con su sufrimiento.
 El señor Kandinsky finge que Africana ha regresado junto a sus padres en África, pero le ha dejado a Joe un soberano de oro.
 Mankowitz, escritor, dramaturgo y guionista de origen ruso-judío, evoca magistralmente la época y el lugar de la narración. Las descripciones de la zona y sus habitantes durante la década de 1950 son tan mágicas como la historia que cuenta.
 Escrita: Wolf Mankowitz.
1953.

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