Mi hija Roberta se enfadó muchísimo cuando le dije que que aburrimiento ver el partido.
_ ¿Pero en serio te apetece ver un partido de fútbol?_ le pregunté mientras estábamos comiendo.
_ Claro mamá, ¿cómo no me va a apetecer?, va a estar pendiente todo el mundo de este partido, todos menos nosotros.
_ Es que nena, en otro canal van a echar un programa que quiero ver... a mis héroes Alaska y Mario...
_ Es queeeee....jo mamá te estás volviendo de un soso...
Eso me dolió, ¿sosa yo?, soy de todo menos sosa, lo juro. Soso es mi marido, pero no yo.
Así que me fui a una tienda, sin que ella lo supiese y compré banderas, trompetas, banderitas, banderones, trompetas, trompetitas, trompetones.....ceras para pintar las caras...
Y llegó la hora, cenamos pizzas, y de postre....palomitas...
Cogimos la batería y ¡ESPAÑA, ESPAÑA!.
Tenía a mis hijos encantados de la vida, y yo... bueno, primero me puse las pilas, ahora sé que Butragueño ya no juega, y tampoco Arconada.
Se me vio un poco el plumero cuando metieron el primer gol.
Roberta: Uno- cero.
Yo: Y Zamora de portero.
Pero por el resto... ni se enteraron
Lo celebré como el que más, como si me fuese la vida en ello.
Si es que yo creo que mi futuro es ser actriz, aunque sea de telenovela.
...pues claro!!!!!!
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