Es una tienda de telas.
Por mi cabeza me pasó la idea de decirle a la señora que por Dios me dejase todo un día revolviendo.
La verdad es que sería imposible revolver, porque sólo tenía un mostrador enanito, y después telas, telas, telas y más telas.
Todo ordenadísimo, pero imposible saber lo que tiene.
Como llevaba al pequeñajo, sólo pude echar un pequeño vistazo, pero suficiente para saber que es la tienda de mis sueños.
Me encantan esas tiendas que derepente descubres y en las que en si mismas hay mucho que descubrir, seguro que había telas maravillosas. Seguro que volverás para encontrar alguna tela original. Un beso.
ResponderEliminar