
NOOOO!!!, no son mías, son de mi compañera Carmen, de cuando era pequeña, osea de hace muchísimos años.
Las trajo (además de recochinearse de mí), para hacerle la capota, el vestidito, la braguita...
¡¡¡¡¡Las quiero!!!
Y es que además tiene dos más, la china y otra blanca.
Hoy en mamá pata, las bañamos, le echamos mascarilla...
...y una me llamó mamá...
En fin, mientras no llega su ropita voy a disfrutar de ellas.
Ah, se me olvidaba, este año no tenemos cesta de Navidad...