Mi pequeñuela Roberta, de 14 años como cada año se fue de viaje con sus primos, un viaje muy chulo, muy intenso.
 Las instrucciones fueron muy claras, y no me importaba que no me llamase por teléfono, pero en el momento en el que tuviese opción, me tenía que mandar un mensajito diciéndome que todo estaba bien, y cómo lo estaba pasando.
  Cuando recibo su primer mensaje...
 _Mamá, todo OK.
 Y la foto de este pajarraco.
 Revisé y revisé mi móvil imaginándome que el resto del mensaje por alguna razón se había borrado. Y en cuanto salí de trabajar me fui a la oficina donde me vendieron el móvil y que estaba defectuoso porque no me entraban los mensajes.
 Su segundo menasaje fue al día siguiente.
 ¡Qué alegría!.
 Por fin...
 El mensaje decía así:
 _Mamá, todo sigue ok.
 Y la foto de un pez gigante rozando sus piernitas.
 Y volví a la tienda de móviles.
 Y otra vez me insinuaron que la tarada era yo.
 No podía ser...
 En mi cabeza sabía como era el mensaje que se había borrado.
   " Querida mamá:
   Me lo estoy pasando muy bien, pero te echo mucho de menos,
  muchísimo de menos, ojalá estuvieses aquí.
 También echo de menos a papá y a mi hermano,
 pero a la que realmente añoro es a ti.
 Hace calor y bla, bla, bla..."
  Pero no.
  Ahora que ya está aquí, su explicación es que no tenía ni tiempo para mandar un mensaje, y lo peor de todo...
 Su pensamiento...
_ Qué puedo estudiar en un futuro para poder recorrer el mundo entero?.
 Y el mío...
 _ Cariño, en casita con mamá...se está fenomenal.
 Os enseñaré fotos súper chulas.
No cuentas esas cosas que me desespero. La que me espera!!!!
ResponderEliminarEres mundial,...pero mundial¡¡¡
ResponderEliminarMuchos besos¡¡