Por casualidades de la vida, tuve la suerte de visitar una de las bibliotecas de la catedral, no llevaba mi cámara, por lo que no tengo ni una sola foto, pero fue una pasada, me paseé tranquilamente por sus pasillos y la persona que me guió me enseñó algunos de los libros más importantes.
Estoy segura de que nunca más volveré, porque eso pasó hace algunos años, pero la sensación que tenía era de haber encontrado el tesoro más importante del mundo.
Le propuse ir a limpiar el polvo todos los jueves gratis, pero no coló.
Pues si te gustó la biblioteca imagínate si vas a las cubiertas , cuando estuve alli fué increible , besos
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