No os lo vais a creer, pero hoy por la tarde no sabéis quién entró en la tienda.
Nada más y nada menos que el príncipe Felipe.
Estábamos las tres, como nos pusimos nerviosas Mary y Carmen se escondieron en el almacén, ¿y quién tuvo que atenderlo?.
Pues yo.
Como no sabía como tratarlo, asomé la cabeza por el almacén y le pregunté a las niñas, que las muy paletas me dijeron.
"Señoría, señoría"...
En fín como tenía dudas si majestad, príncipe etc, etc..
pensé, de usted, y punto y se acabó.
Le compró dos vestiditos a las niñas, yo le asesoré humildemente...
Mejor le dice a la mamá que no le ponga panties blancos, mejor en chocolate...a juego con el vestido, y si quiere ya le queda aquí a subir, pero...HAY QUE SUBIRLO...
Tenía que contarlo, porque la verdad no tenemos muchas visitas de la raleza.