viernes, 2 de julio de 2010

EL SASTRECILLO VALIENTE

Una mañana de verano estaba sentado un sastrecillo en su casa junto a la ventana; estaba contento y cosía con todas sus furzas.
En aquel momento bajaba por la calle una campesina que gritaba: "¡ Mermelada, rica mermelada a la venta!".
Es un cuento que les encanta a los niños.
De los hermanos Grimm.

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